No lo podíamos creer. Eran las 10:25 de la mañana del domingo 27 de mayo, Día del Patrimonio, y llegaba un auto con los primeros visitantes al Parque. No se trataba que no estuviéramos preparados, muy por el contrario: un equipo de la carrera de Gestión en Turismo y Cultura de la UV conformado por 4 estudiantes y casi el conjunto completo de trabajadores del Parque, 4 dispuestos para hacer visitas guiadas, tres en producción, y tres técnicos, estábamos dispuestos a sostener visitas guiadas cada media hora y mostrar dos documentales en el día, a las 12 y a las 16 horas. La lluvia, eso si, aguaba los diversos «panoramas patrimoniales», nosotros ni siquiera pensamos en suspender el programa. El Parque realiza visitas guiadas de martes a jueves pactadas y todos los fines de semana y feriados a las 12 y a las 16 horas, no era una novedad para nosotros. Así que jamás pensamos en irnos a la casa. Lo que no imaginamos era que pese a la lluvia muchas personas iban a llegar hasta el cerro Cárcel, pero lo hicieron, antes de las las 13 horas ya habíamos efectuado más de 6 visitas guiadas y mostrado el documental de Andrés Brignardello, «1985, Cárcel Pública de Valparaíso», que muestra valiosos testimonios e imágenes de la ex cárcel, conmemorando los 20 años de la pérdida de Gonzalo Muñoz, prisionero político de 19 años muerto un 19 de noviembre de 1985 en una riña con reos comunes en la galería de reos.
Apenas almorzamos cuando ya había un grupo de más de 10 personas esperando la salida de una visita guiada. El rey de la jornada fue el Polvorín o almacén de pólvora de la Quebrada Elías que, como pieza de conservación arqueológica era el puntapié inicial de recorrido. Es que visitar la construcción en pie más antigua de la ciudad era una gran novedad, aunque los visitantes ni se lo imaginaran. Luego, recorrer la galería de reos resignificada y provista de infraestructura de pimer nivel para el desarrollo de las artes y la cultura, una gran sorpresa.
Cerca de las 4 de la tarde, aún con lluvia, las personas no cesaban de transitar y un digno marco de público presenció la pieza de registro audiovisual de la cárcel viva, entre 1997 y 1998, «Arcana», tremendo trabajo de rescate de la memoria de un lugar, su vida, códigos y rutinas. Los impactados asistentes continuaron en una amena charla con el director por más de media hora. Conversación que se extendió por otros casi 20 minutos más, desde el momento en que Cristóbal Vicente, el director, reconoce en segunda fila a un gendarme, hoy jubilado, el que lo felicitó por la calidad de las imágenes del trabajo realizado y con el cual sellamos una jornada memorable, a eso de las 18:30 horas, con una leve garúa y una oscuridad elocuente.