Fallece Chris Marker

1/Ago/2012

En el momento que el equipo del PCdV prepara el montaje para la proyección de Valparaíso, mi amor de Aldo Francia en el marco de las VI Jornadas de Historia del Arte, nos ha caído encima la noticia del fallecimiento de Chris Marker. Esta es una verdadera caída que nos obliga a señalar cuál es la deuda conceptual y política que tenemos con Chris Marker. ¿Y por qué es tan importante para nosotros? Por un asunto muy simple: fue el guionista de A Valparaíso, de Joris Ivens. Cuando hizo este trabajo ya había realizado el documental Joli mai (El bello mes de mayo). Era un ensayo documental sobre la situación de París después de los acuerdos de Evian, que ponían fin a la guerra de Argelia. Era la primera vez en una década que Francia no estaba en guerra, con nadie. De modo que había que registrar la ficción que significaba levantarse, en París, en ese día del primero de mayo de 1962. Era una manera de resolver, también, el fin del Plan Marshal. Es decir, el triunfo de la post-guerra estadounidense. No hay que olvidar que es en 1962 que Raushenberg gana el gran premio de la Bienal de Venecia. París ya había dejado de ser la capital del arte moderno. Si en 1962 Chris Marker realiza Joli mai, lo hace a diez años de su colaboración –como periodista y ayudante- con Alain Resnais, que realiza Noche y niebla (1952), el extraordinario documental en que pone en escena el colaboracionismo francés durante la ocupación alemana. De ahí que sea un aporte fundamental en la concepción poética de A Valparaíso. Es su texto en que escuchamos en off, como soporte del escurrimiento crítico de la narración que organiza la lectura del imaginario porteño.

 

 

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