Hace unas semanas que los alumnos del Eduardo de la Barra visitan el Parque de una manera bastante particular. Sin prejuicios y ajenos a las miradas extrañas, grandes grupos de distintos cursos del emblemático liceo porteño ensayan coreografías en el pasto y en distintos sectores del recinto. Algunos más osados o preparados, han llegado con una radio o un equipo mini y conectándose a la corriente, han puesto la música que acompaña el baile. Se han mostrado alegres y respetuosos del entorno, faceta conocida por todos, pero poco divugada en los medios tradicionales de comunicación.
Y bueno, por qué ensayan?
El Liceo Eduardo de la Barra tiene, a estas alturas, un acto de tradición. Cada 10 de septiembre hacen una gran gala con distintos bailes del país y del mundo. Todos los cursos completos deben bailar y sólo a los de cuarto medio se les da la posibilidad de escoger el ritmo. Ese día debe ser un gran acontecimiento al interior del establecimiento, digno de ser cubierto por todos los diarios, radios y canales.