Fue una jornada memorable, un regreso al pasado, al pasado de la fiesta y la bohemia, al pasado de manera alegre y menos nostálgica. Noches de «la cuadra» retratadas con mucha ambientación musical de calidad con una completa orquesta y la recreación del mítico American Bar de una noche cualquiera.
El teatro se repleto de los otrora protagonistas de aquella escena, hombres y mujeres que vivieron en carne propia esos años y que constantemente nos señalan que como esos años no volverán.
Una verdadera fiesta, un reencuentro sin igual.