Exposición releva el glamour presente en las antiguas fotografías familiares

7/May/2015

Artista chilota Anelys Wolf trae muestra al Parque Cultural de Valparaíso

Retratos de una época simple y con toques pueblerinos, que es reinterpretada con una nostalgia que la hace más bella y, a ratos, magnífica dentro de su inocencia y precariedad.

Este jueves 7 de mayo a las 19 horas se inaugura en la sala Laboratorio del Parque Cultural de Valparaíso una muy particular exposición. La artista chilota Anelys Wolf trabaja sobre  imágenes creadas por otros, fotografías antiguas de la vida familiar o social de un Chile antiguo, un Chile de provincia.

“Hoy me enfrento a la historia personal familiar por fuerza: mis padres de más de 80 años, en sus conversaciones, sólo quieren revivir su juventud, contar sus experiencias, su niñez. Recordar un mundo que, aunque duela reconocerlo, ya no está. A través de esta experiencia surge en mí el interés de mostrar vivencias familiares que en realidad son parte de historias colectivas, para unir a través de la práctica artística otras historias que conforman  la historia reciente de Chile” señala la artista Anelys Wolf.

Las fotos que eligió son de la primera parte del siglo XX. Anelys  nació en 1974, por lo que intentó descubrir un tiempo en el que no estaba, del que no puede tener recuerdos. Estas fotos por lo general no son posadas, buscando ese momento en que las cámaras fotográficas se masificaron llegando a todos los hogares, y cualquier padre de familia o joven era un fotógrafo, y las cámaras comienzan a registrar la intimidad y la cotidianidad de familias de clase media chilena en un Chile que estaba más cerca de la ruralidad pero con ansias de desarrollo y modernidad. En esta dinámica accedió a fotografías de los archivos de su propia familia y las de otros familiares, amigos y conocidos, parte del resultado es este “Glamour Chileno”, selección  de obras realizadas entre el 2012 y 2013.

Hubo un tiempo -hace más tres décadas-  continúa la artista, en que las fotografías eran un evento. Un tiempo en que se fotografiaba sólo lo importante: una reunión familiar, un evento social,  la partida a un viaje, un matrimonio, amén de los retratos de familia. Entonces quienes se enfrentaban al lente lo hacían con solemnidad, incluso cuando tenían que actuar con naturalidad había una actitud. Todos querían salir perfectos o, al menos, se esforzaban para lograrlo: mujeres, hombres y niños se preocupaban de su aspecto (por lo menos se peinaban antes del clic). En esas imágenes había una inocente búsqueda de distinción y la necesidad de congelar un momento especial, que luego quedaría guardado en álbum de fotos: bitácora visual que se mostraría con orgullo a familiares o amigos cercanos. Un testimonio de la vida en familia, del cambio, de los momentos felices, subraya Wolf.

De esta manera, los álbumes de fotografías, la nostalgia de un tiempo perdido, pero registrado en blanco y negro por una cámara, y la dignificación de un refinamiento con rótulo de provincia fueron el punto de partida de “Glamour Chileno. La artista plástica -nacida en una familia de Ancud, formada en la Universidad de Chile, retornada a Chiloé- partió trabajando con las imágenes de los álbumes que sus padres tienen en su casa en Ancud. Con sus trazos reinterpretó esas fotografías -recapturó lo ya capturado-  y logró unir en sus pinturas la memoria y la experimentación estética.

En su ensayo “elogio del glamour”, el psicoanalista italiano Marco Focchi rescata la noción más primitiva del concepto: “ese encanto que hace parecer a las cosas como más bellas de lo que son”. Es el ejercicio que realiza Anelys Wolf con sus cuadros de situaciones y momentos ya perdidos  que hoy parecen poca cosa, pero que para sus protagonistas fueron mucho.

Retratos de una época simple y con toques pueblerinos, que es reinterpretada con una nostalgia que la hace más bella y, a ratos, magnífica dentro de su inocencia y precariedad.

Glamour

La  palabra glamour proviene de la voz escocesa “glamour” o “glamor”, alteración del inglés “grammar”, que procede del vocablo griego para gramática. Inicialmente tenía el significado de un “hechizo” que afectaba la percepción visual de una persona, mostrando los objetos percibidos de una manera diferente de la supuestamente real: más atractivos y glorificados. Walter Scott la usó con este sentido en sus poemas.  En el siglo XIX se redujo a un término que simplemente describía la belleza y la elegancia de un objeto, de una manera ilusoria o romántica. Hoy alude a las características sensuales y atractivas, en la moda, el arte y aspectos de la cultura popular, especialmente lo frívolo y superficial.

La autora

Anelys Wolf (Valdivia, 1974) se formó como artista en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y actualmente vive y trabaja en Ancud y Castro, Chiloé. Anelys es hija de la interculturalidad que caracteriza a la zona norte de Chiloé: de madre profesora normalista venida de la isla de Quinchao y padre descendiente de colonos alemanes, dedicado a la agricultura y el comercio.

Entre 1999 y el año 2008 Anelys Wolf colabora profesionalmente desde la fotografía, el diseño, la pedagogía y la gestión con numerosas instituciones culturales de Chiloé.

En 2009 realiza residencia en Francia con beca Fondart y desde 2010 expone regularmente en Europa (Austria, Francia, Portugal y España) y en espacios de arte contemporáneo del Chile, principalmente en Chiloé y Valdivia.

El trabajo pictórico de Anelys Wolf  se ha caracterizado por representar escenas que muestran personas en situaciones cotidianas. Generalmente pinta a partir de fotografías,  referente que, por sus encuadres, se evidencia en sus pinturas. Si en obras anteriores su modelo  fueron fotografías extraídas de su entorno familiar, luego fotogramas de películas, hoy presenta imágenes basadas en fotografías de álbumes de familias chilotas las décadas del ‘40 al ‘70 del siglo XX.

Actualmente se encuentra terminando una investigación-publicación sobre los detalles decorativos del interior de la iglesia de Achao, realizado en xilografía y próximamente desarrollará una residencia y presentación de su obra pictórica en Montreal, Canadá.

 

 

Compartir:

Archivos

FONDART