Proyecto fotográfico iniciado el año 2014. Consta de cuatro historias de mujeres de edad adulta y sus respectivos territorios de hábitat, estos se ubican en los cuatro extremos y zonas del territorio chileno (norte, sur, este y oeste).
La particularidad de estos personajes es la convivencia con los lugares en los cuales viven, dejando la ciudad de lado y albergando la soledad a su diario vivir. En dichas realidades, de alguna manera se encuentra la recuperación de la identidad de la mujer en sus distintos roles, destacando la autonomía y convivencia que muestran con sus territorios.
Son mujeres que lograron un punto de equilibrio para desarrollarse y empoderarse en un espacio que –según ciertos modos de vida- no es propicio para ellas, por lo crudos y ásperos que pueden llegar a ser. Pensamos en la sobrevivencia y la resistencia que viven estos personajes al coexistir en estos territorios extremos.
Estas protagonistas aportan un viaje a mundos muchas veces ajenos a nuestra cotidianidad, que se desenvuelven bajo su propio ritmo, en donde es el ser humano el que se adapta al movimiento del entorno y no es el entorno el transformado por el hombre para su satisfacción.