Basada en la historia de Felipe Cabello alias el “Pinocho” un niño del Cerro Cordillera, quien falleciera atropellado, en el año 2003, tras salir en busca de un volantín.
La obra busca reflejar la identidad de Valparaíso jugando con el humor, la estética del puerto y sus costumbres de cerro como la Quema de Judas o el Domingo de Ramos, en momentos en que que los vecinos deben enfrentarse a los cambios que presenta la ciudad con la expropiación y la llegada de las inmobiliarias a los cerros.
La obra fue reconocida como mejor montaje en su pequeño formato en el IV Festival Humberto Duvaucelle, UPLA (2015) y presentada en el VII Festival Juan Barattini Carvelli UV (2015). Es actualmente ganadora del Premio por voto del público y Mejor dramaturgia en XIII Festival de Primavera U. Arcis en Santiago (2016). Se ha presentado en lugares populares donde las funciones fueron acompañadas por un foro de conversación, tales como el Sindicato Marineros y Auxiliares de Bahía, Sitio Eriazo y juntas de vecinos en los Cerros Las Cañas, Ramaditas y Rodelillo.