Escultura sonora eólica del artista Lukax Santana construida con los frutos del jacarandá plantados al interior del Parque Cultural, consiste en aproximadamente 70 cuelgas de 6 metros de largo, tejidos 80 frutos en cada una de éstas. La escultura fue diseñada para ser colgada en el zócalo en la entrada del edificio principal la antigua cárcel de Valparaíso que, durante la dictadura cívico militar, fue prisión para cientos de presos políticos, a quienes esta obra quiere recordar, escribiendo sus nombres en los frutos de jacarandá.
«Sus voces siguen cantando»
Escultura Eólica
