La usurpación de los roles de Patrón y Criado, en esta original versión de Jorge Díaz, son los dos seres humanos representativos de nuestra sociedad que encarnan los ideales o anhelos propios de las clases sociales, sus mezquindades y ambiciones de poder. En un cuadro tragicómico-que algunos pueden ejercer sobre otros, son vistos en los distintos momentos psicológico de esta sátira, la cual nos muestra un Criado que está en posición de caballo y el Señor se encuentra sentado sobre su espalda, en pretensiones de dictar una conferencia con un tono sarcástico al mejor estilo del autor. Al poco rato se invierten los papeles a pedido del señor, en donde cambian el orden social y económico. Finalmente, las posiciones que tienen frente a la existencia, nos transmite el último mensaje del autor :“tanto el Señor como el Criado son víctimas de un único todo poderoso que es la sociedad política”, es una risotada de despedida en su prolífico genio teatral.