
Vino por la Causa
Montaje inspirado en la cultura culinaria, como metáfora del aporte y la mixtura de migrantes en Chile.
La trama alude a la cocina como referencia de lo identitario, de la nutrición, como el lugar de lo íntimo y familiar. También es lo que se comparte y por lo mismo habla de sabores y aromas de la otredad, que es el migrante. Desde ese juego se incorpora la comida, los utensilios e ingredientes según cada país -en este caso Chile y Perú- representados por dos mujeres que junto con ser ellas mismas con sus historias, son simbólicamente las diversas mujeres que enfrentan la vida con sus dificultades, que se confrontan y que dialogan desde los contextos culturales que les ha tocado vivir.

Todo esto en torno a la cocina como territorio, como espacio de saber y de poder, como lugar de nutrición e identidad. El vino (navegado) por Chile y la Causa (limeña) por Perú, dan el nombre a este montaje, que junto con ser preparaciones culinarias propias de cada país, refiere también a las razones o causas de la migración; al “por qué” vamos a vivir a otro lugar. Desde esa perspectiva se trabaja la problematización de las diferencias, los conflictos, las similitudes, los imaginarios, hechos históricos para desestructurar los prejuicios y develar la xenofobia, para proponer caminos de encuentro y valoración de la diferencia en favor de la integración y la colaboración.