Con una enigmática, pero interesante presentación final culminó la tercera residencia de» Un extraño ser» el pasado fin de semana pasado. Agustín Letelier encabezó este nuevo proceso de residencia que tuvo sus primeros antecedentes en marzo de 2012 con la clínica Cangrejos, y a fines del año pasado con la residencia El Arte de la Metamorfosis, todo en el marco de Indicios de Teatralidad que el PCdV encabeza con el programa Sentimental.
Esta tercera versión de intenso training tuvo al grupo de actores, casi el mismo que se ha mantenido desde el comienzo, concentrados días enteros por dos semanas trabajando y trabajando.
Sin duda, la realización de esta tercera versión o parte de un proceso, ha sido posible gracias a la positiva participación e interés de los artistas en cuanto a los contenidos que se desarrollan, lo que ha significado una extensión de los procesos de trabajo y la realización de nuevas actividades que han enriquecido el trabajo efectuado.
En el ámbito de las artes escénicas, el PCdV a apostado por realizar procesos de trabajo, de clínica, residencia y montaje para dos hitos fundamentales del teatro chileno: el montaje de Esperando a Godot a comienzos de la década del ’60 en Valparaíso por la compañía ATEVA, que marcó un antes y un después en la profesionalización del teatro en el país; y Un Extraño ser con alas, montaje de la compañía porteña El Cité, dirigida en 1989 por Juan Edmundo González, pieza teatral inserta en la historia como el hecho que marca el renacer del teatro chileno, luego de la dictadura.
En el caso de Un extraño ser, en esta terminada residencia se dio énfasis a las investigaciones escénicas y al entrenamiento actoral vinculado al texto “Un hombre viejo con alas enormes”, que significó ejecutar acciones que daban continuidad a su proceso creativo y de intenso trabajo.
En texto adjunto se puede apreciar la dimensión del trabajo ejecutado en continuo proceso de ardua labor y rigor.
Residencia Agustin Letelier PCdV