Organizado por Cia La Peste

Dictado por la actriz Paula González y organizado por al Compañía La Peste, este seminario pretende abordar los siguientes contenidos: La biografía como testimonio, Centro y Periferia, El testimoniante como protagonista, Del testimonio oral al testimonio en la puesta es escena,  Realidad/Documento/Ficción.

Paula González es actriz, directora y docente. Licenciada en Artes Escénicas  de la Universidad Mayor, Santiago. Cursa el 2010 el Seminario de Dirección Teatral en Centro de Estudios Teatrales Teatro La Memoria y es fundadora de la compañía Teatro KIMEN.

2/Oct/2012

El viernes  5 de octubre  tendrá lugar una sesión especial del seminario de arte contemporáneo que dicta Justo Pastor Mellado. Se trata del visionamiento del film de Claude Lanzmann, Shoah.  La entrada es liberada.  Se podrá asistir en cualquier momento de la proyección. De todos modos, la película estará corriendo durante las nueves horas que dura el documental.

“Shoah” en hebreo significa  «catástrofe». Mejor dicho, la gran catástrofe.  Esta palabra es empleada por el realizador francés  Claude Lanzmann, para titular un film documental de historia oral, estrenada en 1985.  Filmado a lo largo  de diez años en diferentes continentes,  reúne testimonios, en primera persona, de víctimas, testigos y verdugos del exterminio de las comunidades judías durante la Segunda Guerra Mundial.

Es importante  destacar la  singularidad  del filme, que   no contiene imágenes de archivo ni banda musical.  El conjunto de  la obra se estructura a partir de  entrevistas individuales o colectivas, realizadas  en tiempo presente, registradas  en los más variados escenarios,  incluyendo  los lugares donde ocurrieron   los hechos tal y como se conservan en el momento de la grabación.  El hecho de que no haya voz en off, salvo brevísimas intervenciones,  recalca  que el filme  fue  pensado  siguiendo los planteamientos de la historia oral.

Fotografías de René Combeau

El lente de Combeau nos invita a adentrarnos en la fuerza creativa y los imaginarios que movilizaron a los creadores de estas generaciones, referentes vitalizadores de nuestra cultura y sociedad.

Exposición que contiene registros fotográficos de las grandes actrices y actores del Chile teatral de esas dos décadas, quizás, los años de mayor fecundidad y espesor creativo de la escena nacional. Es la muestra de 54 copias fotográficas ampliadas en proceso de laboratorio sobre papel de fibra, con paneles que contextualizan los momentos clave de la formación de los Teatros Universitarios y su influencia en la formación de un movimiento teatral profesionalizante a nivel nacional.

Arte Contemporáneo

Una potente exhibición nacional e internacional de arte contemporáneo denominada ALZHEIMER, se inaugurará en el Parque Cultural de Valparaíso el jueves 23 de agosto a las 19 horas.

El título de la muestra proviene del nombre de una enfermedad. Alzheimer es una enfermedad degenerativa que provoca lesiones en el cerebro. Los síntomas comprenden pérdida de memoria, dificultad de realizar tareas básicas de la vida cotidiana. Así mismo, contempla significativos cambios de humor y de comportamiento. En Chile, los adultos mayores son más del 10% de la población. Se estima que existirían más de 170.000 personas que pudieran presentar demencias. El diagnóstico oportuno puede mejorar significativamente su calidad de vida, aunque se sabe que en muchas oportunidades este suele ser tardío. El hecho es que el nombre y la realidad de una enfermedad son el pre-texto para una muestra de arte contemporáneo.

Entender esta relación supone conocer la realidad de la enfermedad para comprender el alcance de su metáfora, en el campo del arte. Porque el título, a lo que apunta, es a la noción de deterioro cognitivo leve amnésico, cuya configuración puede ser expandida hacia situaciones de alcance social, cultural y político.

En el debate actual sobre los lugares de memoria, adquiere relevancia la posición de los sujetos en el montaje de pactos de olvido que parecen destinados a asegurar la continuidad social. Entre la constitución del lugar y la configuración del pacto se instala una zona movediza en que la rememoración y la falla operan como vectores decisivos de un imaginario. Una muestra de estas características trabaja sobre la noción de deterioro como plataforma de un tipo de producción de subjetividad fuertemente anclada a la percepción que se puede tener del territorio y de las condiciones de habitabilidad.

La exposición, curada por el artista visual Patricio Vogel, propone abordar la memoria a partir del olvido, concebido a partir de la vinculación de diferentes creaciones y diálogos artísticos, con la idea de aportar nuevas visiones y desplazamientos de la memoria dentro del contexto del arte contemporáneo.

Alzheimer agrupa a artistas nacionales e internacionales de Europa, Asia y Oceanía: Bárbara Palomino, Pablo Núñez, Nury González, Enrique Ramírez, Jorge Cabieses, Yael Rosenbluty Patricio Vogel, todos artistas chilenos; además participan Kang Hyun Wook de Corea del Sur, Catherine Griffiths de Nueva Zelandia, Igor Stromajer de Eslovenia, María Karantzi de Grecia, Eva Christina Meier de Alemania y Francis Naranjo de España.

1/Oct/2012

Carmen Beuchat cierra trilogía con “El Primer Gesto”

ODA A LAS ESPECIES EXTINCIÓN DE LA NATURALEZA

El próximo viernes 5 de octubre se estrena el montaje de danza contemporánea “El primer gesto”, pieza que cierra la trilogía concebida por la maestra Carmen Beuchat que se inició con “Pliegues y Despliegues”, continuó con “Especie Sola” y culmina con esta puesta en escena que, según su autora, logra por primera vez reunir armónicamente y con tanta intensidad, la danza, la música, el vestuario y la iluminación en un todo muy potente.

Todo el trabajo de Beuchat, desde sus inicios como primera bailarina, en las aulas y este último tiempo como directora, ha estado marcado por su preocupación por la naturaleza y en particular por las especies en extinción, de allí que elabore obras muy abstractas con una música incidental especialmente compuesta para la ocasión en donde se retrata de múltiples maneras los distintos sonidos de la naturaleza.

“Con esta obra reúno prácticamente todo mi historial en la danza, hay unas reminiscencias desde cuando era pequeña hasta hoy, y pongo en escena una variada mezcla de estilos que dan cuenta de mi trabajo a lo largo de los últimos 50 años” señaló Carmen Beuchat.

El primer gesto se estrena el próximo viernes 5 de octubre a las 20 horas en el teatro del Parque Cultural de Valparaíso y se reiterará la función el sábado 6 y domingo 7 en el mismo horario.

La adhesión será de $ 2.500 general / $1.500 estudiantes y tercera edad.

 

 

 

 

1/Oct/2012

El viernes 5 de octubre tendrá lugar, en la sala del Seminario de Arte Contemporáneo, que he venido dictando todos los jueves a las 19 horas, desde comienzos de año, el visionado en video del documental de Claude Lanzmann, Shoah, realizado en 1985. Se trata de una obra de nueve horas y media de duración. Por eso, la acción institucional del seminario consiste en realizar el visionado durante todo el día, desde las 10 de la mañana, en forma ininterrumpida. Digo que es una acción institucional porque el Parque Cultural de Valparaíso es, entre otras cosas, un lugar de memoria. En efecto, este es un lugar de memoria carcelaria, de memoria política, de memoria de las autonomías del movimiento social. Todas estas memorias se condensan en un presente singularmente estratificado. Por eso, el visionamiento de Shoah ocurre en los días de cierre de la exposición Alzheimer, que se ha exhibido en la sala de artes visuales.

A nadie, este título ha podido dejar indiferente, porque remite de inmediato a una realidad estricta, una enfermedad, y a una realidad expandida, una metáfora. Una metáfora del trabajo de olvido; es decir, del olvido, como trabajo de memoria. Justamente, en el debate actual sobre comprensiones y puestas en perspectiva, de lo que más se habla es de la falta de memoria. Paradojalmente, esa es la frase que más se nos recuerda. El problema es que no podemos escapar a la tensión entre Memoria y Repetición. Como escribe Freud, la repetición no es más que una memoria que es posible solamente porque adopta la forma del olvido. El olvido, entonces, no puede ser leído como una simple negación del recuerdo. La memoria recuerda lo que debe olvidar. LA historia se produce, como si dijéramos, dos veces; la primera como tragedia, la segunda como farsa. Hay una diferencia entre la una y la otra; un leve desplazamiento de género, desde la tragedia a la farsa. Ya saben, los antiguos, que esta es una frase que proviene de un texto de Marx: El 18 Brumario de Luis Bonaparte. La referencia a esta obra resulta inevitable a la hora de montar un dispositivo institucional, en medio de la tensión entre Memoria y Repetición, que encubre –dicho sea de paso- nuevas formas de relación entre arte y cultura.

El próximo 18 de noviembre será inaugurada en otra exposición, en el edificio de Transmisión. El eje de esta exposición es Gonzalo Muñoz, joven asesinado en este lugar, en 1985, en el curso de una riña provocada como castigo encubierto, para sancionar la realización de una huelga de hambre de los presos políticos que había en ese entonces. Todas estas acciones hacen efectiva una política austera y pulcra de la conmemoración y de la rememoración, poniendo de manifiesto la problemática relación que se establece entre testimonio y documento.

El seminario es un lugar de elaboración y de crítica. Es en las referencias a las obras de Claude Lanzmann, Alain Resnais, Jean-Luc Godard, que resulta inevitable pensar que si el cine muestra la historia, incluso aquella que no se ve, solo lo hace en la medida en que sabe montarla. Es el saber del montaje, el montaje como saber, lo que está –metodológicamente- en juego. Esto ya solo justifica la decisión de visionar, en el seminario, Shoah, el viernes 5 de octubre.

Solo para cerrar esta nota, me permito hacer mención a un fragmento de El sitio de la mirada. Secretos de la imagen y silencios del arte (Grupo Editorial Norma, Buenos Aires, 2001), de Eduardo Gruner:

Por

Justo Pastor Mellado

 

1/Oct/2012

El Parque Cultural de Valparaíso como dispositivo de lectura del imaginario local

Un día un hombre tuvo el deseo de visitar la casa en que había nacido. Regresó a ver y no encontró la casa. Esta había desaparecido. Un extenso prado verde la había reemplazado. Desconsolado, se detuvo largo rato al borde del prado. Un campesino que pasaba por ahí le preguntó qué buscaba. Mi casa, respondió el hombre. El campesino pensó un momento y le hizo señas para que lo siguiera. En el centro del prado la hierba crecía con tonos verdes más suaves. La casa emergía con sus muros y sus habitaciones en medio del verdor. El hombre se puso contento y agradeció al campesino. Entonces, se le vio regresar a menudo para caminar por las habitaciones de su casa, dibujada por líneas de un verde más claro que el verde del predio. Este es un fragmento de la introducción de Manlio Brusatin, a su libro “Historia de la línea”.

En enero de este año, en la explanada del Parque Cultural de Valparaíso, se reunieron más de un centenar de personas que habían estado presas en diversos lugares de reclusión de Valparaíso. Entre ellos se encontraba un grupo importante de personas que había cumplido condena en la propia cárcel. En medio del pasto, uno de los marinos que había sido condenado junto a unos compañeros suyos de armas y que ya estaban presos, de modo que fue quien recibió a los condenados que llegarían después, tomó una corneta de reglamento y tocó silencio. Luego el grupo completo recorrió las instalaciones del Parque, incluyendo el edificio de Transmisión, que ha sido construido en el interior de la histórica Galería de Reos. Uno de los atributos arquitectónicos de esta reconstrucción fue la preservación de la cáscara de la Galería de Reos, de modo que la intervención no tuviese que tocar los muros internos. Todas las marcas del período carceral fueron mantenidas, en una decisión que se podría denominar como museografía de sitio expandida.

En el curso de la visita de quienes habían estado recluidos en ese sitio, todos manifestaron su complacencia por que el edificio de la galería no hubiese sido demolido. Y por añadidura, que hubiese sido convertido en un espacio cultural. Pero lo más decisivo fue que muchos de ellos iniciaron una conversación a través de la cual reconstruyeron, a través de la palabra, la planta del sitio. De este modo, identificaron la ubicación de la celda de castigo, los baños, el templo evangélico, y una serie de espacios, al punto que mediante gestos de indicación de líneas y de tabiquería repusieron mediante la edición de una escena de enunciación verbal los dibujos de sus trayectos cotidianos.

Desde la dirección del Parque hemos trabajado con estas agrupaciones de ex – presos políticos en la organización de dos exposiciones de gabinete, en el sitio que hemos reservado a la instalación del centro de documentación para la historia de los movimientos sociales de la región de Valparaíso. Particular relevancia tiene la primera de ellas, en noviembre de este año, que reconstruye la presencia de Gonzalo Muñoz, el joven militante comunista asesinado el 19 de noviembre de 1985, en el curso de una riña con reos comunes rematados, fomentada por gendarmería como castigo a una huelga de hambre por demanda de mejoras en el estatuto de los presos políticos. Después de esa fecha cambió la situación de los presos políticos en esa cárcel.

La segunda exposición abrirá en enero del 2013 y estará destinada a reconstruir y exhibir los indicios de la permanencia en la cárcel, de los miembros de las agrupaciones que he mencionado. Esta será la ocasión para inaugurar un espacio específico destinado a la conmemoración y el recogimiento, que acogerá las diversas placas que fueron instaladas en la década anterior y que fueron retiradas a raíz de la construcción del Parque.

Como todos saben, a fines de los noventa la cárcel fue desafectada. Durante diez años, diversas agrupaciones culturales y artistas hicieron uso d el sitio, configurando un movimiento que desde la sociedad civil estableció complejas relaciones con el aparato estatal, colaborando en el diseño del formato Parque Cultural. Empleo, configuración y colaboración son palabras que designan procesos que abren cauces de participación social en los que se expresa una gran diversidad de intereses y toman cuerpo iniciativas de densidades diferenciadas, cuya trazabilidad histórica no ha logrado todavía en producir la atención crítica de su conveniencia inscriptiva.

El Parque ha sido definido como un dispositivo de lectura del imaginario local. Es una mixtura institucional que articula acciones de centro cultural, de centro de arte y de centro comunitario. En todos estos casos, monta procesos de conocimiento, no para satisfacer una demanda de consumo espectatorial, sino para producir dos cosas: conocimiento reparatorio y pragmática del lenguaje. Lo que he sostenido es una definición funcional, que está anclada sobre una disposición territorial, de planta: hay tres edificaciones, que corresponden a tres períodos de producción simbólica porteña. Tenemos la casa de pólvora, terminada de construir en 1810; la cárcel, levantada en torno a 1917; y el Parque, inaugurado a fines del 2011. Es decir, un fragmento de historia militar, un portento de historia de reclusión, un segmento de historia de la cultura local urbana, que da la ocasión de montar una institución-de-mil-mesetas; es decir, que articula relatos sobre impresos en una misma temporalidad, extremadamente condensada en este principio elaborado por Enrts Bloch, hace ya un siglo casi: la contemporaneidad de los no-contemporàneo. Esto es lo que da sentido a estas dos nociones: conocimiento reparatorio y pragmática del lenguaje. Ambas apuntan a sostener unos enunciados que desplazan un imaginario mediante la condensación de historias locales determinadas.

A propósito de lo anterior, se plantea como formando parte del aparato de mediación del PCV, la instalación de un centro de documentación y archivo para la historia de los movimientos sociales locales. Este es un gran desafío epistemológico y político; es decir, político porque epistemológico, en la medida que es absolutamente imprescindible producir la documentalidad para el desarrollo de investigaciones y estudios acerca de la constitución de objetos de trabajo, en cada uno de los estratos que he señalado y que delimitan el campo para la puesta en función de nuestra estrategia de mediación. Resulta que ser innovador en el terreno de la acción cultural concebir un centro cultural como plataforma de producción de archivo. En este sentido, cierro el círculo de esta exposición, volviendo a repetir el postulado según el cual, el Parque es un dispositivo de lectura. Sin embargo, el imaginario relevado exige el empleo de instrumentos nuevos y de gran calidad registracional e inscriptiva, ya que apunta a poner el acento en aspectos tan poco documentados como la dimensión sonora de la historia del período carceral. No me refiero tan solo a diversos aspectos que puede tomar la historia oral, sino que en ese nivel, la sonoridad de los gritos, de los mensajes cifrados, de los saludos familiares, que desde las calles cercanas al muro perimetral se dejaban oir los fines de semana, configurando una polifonía traumática de la ausencia, en que solo tenía visibilidad la corporalización angustiosa de la voz, transportada por el viento, por las corrientes que desviaban los enunciados y los hacían circular por otras laderas. Todos los relatos que hemos recogido sobre las interacciones del barrio y de la cárcel reproducen estas historias de gritos y modulaciones que terminan siendo formalizadas mediante el mecanismo regulado de la cueca urbana. La pátina sonora del rencor instala sus condiciones de objeto archivable, para reconstruir una posición documentaria.

¿En qué soporte se puede recoger el relato de este ex preso político que declara detestar la cueca? ¿En qué superficie de reparación adquiere sentido el relato según el cual los presos comunes de determinado sector se ponían a cantar cueca para encubrir los gritos de violación que provenían de la sección de menores? ¿Y cómo entender la manía encubridora de las agrupaciones que pueblan de murales los muros de la cárcel para conjurar su angustia ante una historia de la que desean marcar una inquietante distancia? Las huellas de la cárcel fueron cubiertas por nuevas huellas.

Insisto en la recuperación de la trazabilidad fenomenológica de las huellas múltiples y multiplicadas, circunscribibles en dos hectáreas de estratos discursivos de diversa consistencia. El universo sonoro al que me he referido resuena, valga la redundancia en nuestra programación, a propósito de una secuencia de enunciados que reunidos bajo el título El cuerpo de la voz, establece condiciones de investigación y de producción de archivo para invenciones formales tan complejas como es la posición del bolero, el tango, el vals peruano, la cueca urbana, entendidas como soportes de resistibilidad de los cuerpos erigidos en su condición de patrimonios intangibles, reproductibles mediante la materialidad efectiva de las voces y de los instrumentos. Es así cómo en el conversatorio sobre las raíces afroperuanas de la música porteña se instaló la monumentalidad estilística de la guitarra percutida, no solo como instancia privilegiada de producción sonora, sino como reconstrucción de una filiación técnica, que en este terreno es portadora de un tipo específico de transferencia formal.

Lo que describo no es un trabajo personal reciente, que ha logrado tasas de institucionalización suficiente, sino que tiene sus antecedentes en el coloquio Del monumento al documento, en el 2006, en el Centro Cultural Palacio La Moneda, en que presenté la hipótesis sobre la necesidad de organizar una bienal, en Chile, que tuviera dos propósitos: el primero, fortalecer las tasas de institucionalización de los espacios artísticos locales; el segundo, producir archividad para el arte chileno. Estos dos objetivos los volví a instalar en la Trienal de Chile, en el 2009-2010. De hecho, en Valparaíso, en el marco de la Trienal tuvo lugar una importante exposición de documentos claves del arte latinoamericano, que no tuvo prácticamente visibilidad. Posterior a esta iniciativa, ha habido tentativas de producción de archivos en arte contemporáneo, pero han revelado ser inflaciones sin efecto consistente en la producción de relatos o recuperación de huellas orales de la plástica local. Hay que advertir en el trabajo de archivo, la cuestión del manejo de documentos para ilustrar reconstrucciones discursivas de acomodo del presente.

Como no es mi costumbre omitir el trabajo de otros, menciono que la preocupación sobre el tema de las historias locales ya tiene sus años en la región. En efecto, en el 2002, fue publicado por el Departamento de Cultura de la Secretaría de Educación de la Quinta Región Valparaíso, el libro “Territorio, historia local y patrimonio”, que reúne textos de Alberto Madrid, José de Nordenflycht y Luciano San Martin. Es decir, este libro denota la coyuntura de ocupación discursiva de lo patrimonial sobre las historias locales. La coyuntura era otra. Hoy día, son las historias locales las que finalmente imponen su dominio como estrategias discursivas de resemantización del territorio.

Para terminar, solo deseo indicar que la política que he formulado como encuadre de apertura del Parque Cultural de Valparaíso no hace más que prolongar esta misma insistencia, que consiste en construir en Valparaíso un tipo de atención crítica destinada a densificar analíticamente un complejo articulado de historias locales.

Por

Justo Pastor Mellado

 

1/Oct/2012

El 5 de septiembre, en el marco del Ciclo de Diálogos Ciudadanos, organizado por el Centro de Estudios Patrimoniales de la UPLA, se debía llevar a efecto el Coloquio «Memoria social: Pasado y presente en el Chile de hoy». Sin embargo, en razón de la complejidad social, política y cultural que representa el mes de septiembre en el contexto de las luchas estudiantiles, el coloquio fue reprogramado. Si el patrimonio intangible era el tema del encuentro y si cada día éste cobra mayor atención a nivel académico, investigativo y social, de modo que la memoria pasa a ocupar un papel transversal, no cabe duda que la propia reprogramación forma parte de este mismo patrimonio de la ciudad. En este sentido, hay suspensiones que solo implican diferir algunos enunciados discursivos, ya que la polémica que levantan continúa su trabajo. De este modo, Justo Pastor Mellado, director del PCdV estaba invitado a participar, junto a Ricardo Brodsky, Manuel Guerrero, Cristián Cuevas y Pablo Aravena. Luciano San Martín, miembro del directorio del PCdV era el anfitrión y le correspondía moderar. Como un gesto de activación de la memoria del propio coloquio, hemos resuelto subir a nuestra página la ponencia que nuestro director tenía preparada, porque pensamos que contribuye a la discusión sobre la gestión patrimonial. Nada de esto resulta casual, ya que el miércoles 26 de septiembre tuvo lugar en el DUOC la presentación del Plan Director de Gestión Patrimonial. En esta perspectiva, de modo lateral, la intangibilidad de las memorias sociales opera como un mandato subterráneo que sostiene las estrategias de manejo de las historias locales. La ponencia de Justo Pastor Mellado será subida a la sección Documentos y posee el valor de precisar la política de mediación del PCdV.