Los saltimbanquis y los banqueros tienen un origen común: el banco de la plaza pública. Los banqueros se sentaban en él para especular con el dinero arriesgando una bancarrota y los saltimbanquis especulaban con la imaginación, equilibrándose con riesgo de romperse la crisma.
Los banqueros han convertido sus crisis en un espectáculo bochornoso, en el que se presenta La Tribu Imaginaria como mendigos para solicitar que los rescatemos con el dinero público, cada vez que se enfrentan a las turbulencias de sus guerras privadas por el beneficio sin límites, sin regulación y sin vergüenza.
Esta es la historia de un saltimbanqui que solicita su propio rescate y que predica con la biblia de los arruinados: El mercader de Venecia de William Shakespeare. Un manual que nos advierte de cómo se nos arrastra a la bancarrota del alma. Una mirada en los orígenes de esta «NeoReligión» que ha conquistado en pocas décadas más fieles que el judeocristianismo y el Islam, y que sin escrúpulos nos presenta su Santísima Trinidad: El Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial.
Este saltimbanqui se nos presenta como un banquero anarquista que denuncia el fanatismo con que muchas economías, a través de la carga de la deuda, han sido aniquiladas y que señala la acumulación de riqueza financiera, cada vez en menos manos, como un teatro cínico que ha alcanzado obscenas proporciones. ¿Quién es este vagabundo, este judío errante, que se atreve a cobrar lo que se le debe aunque tenga que arrancarle una libra de carne del cuerpo miserable a estos sacerdotes de la especulación que se han convertido en nuestros implacables acreedores?
La Tribu Imaginaria nace en Chile, dando la posibilidad de unificar gente de variadas culturas e ideas, creando puentes entre la academia y la vanguardia teatral. Posteriormente se consolida en Europa cuando se empiezan a reunir personas que provienen de distintas «tribus» y diversas culturas, unidas por visiones comunes y «oráculos» que plantean enigmas que sólo pueden descifrarse recorriendo un camino imaginario, un sendero que sigue la huella de Tespis, de los cómicos de la legua, del loco de carnaval, de la escuela de bufones sumergida por los Borbones y alimentada por la cofradía de los payasos sagrados iberoamericanos.
Andrés del Bosque es el puente que une la experiencia teatral iberoamericana con el espíritu inquieto de las nuevas corrientes alternativas que confluyen en Europa. Él invita a seguir el sueño de la compañía a todas estas tribus inquietas, sedientas de un teatro cercano y cálido que remueva las emociones y la conciencia de quienes lo presencian.
Andrés del Bosque
Comediante chileno, se forma en el Teatro Experimental de Cali, Colombia, con el maestro Enrique Buenaventura. Estudia Clown, Bufón y Melodrama. Se especializa en la escuela de Philipe Gaulier en Londres. Cursa la escuela del Actor Cómico y de la Comedia del Arte con el maestro Antonio Fava, en Reggio Emilia, Italia. Realiza estudios con Vladimir Kriukov. Es director y autor de uno de los hitos chilenos: Las siete vidas de Tony Caluga, premiada con numerosos reconocimientos. Actualmente trabaja en Madrid, España.